Asambleas y periodismo

 

Viene siendo noticia, y primera plana al tratarse del mandril, la dimisión de Ramón Calderón.

La dimisión de Calderón se produce después de una polémica asamblea donde ha quedado demostrado  que Calderón, simplemente, hizo trampa.

Todo ello sale a la luz gracias a la labor de investigación de la redacción de un diario deportivo que ha ido sacando las pruebas poco a poco y ha ido dejando al pobre de Calderón en una situación casi ridícula después de las palabras que el elemento pronunció.

Ante esto, uno se pregunta: ¿podría estar ocurriendo algo parecido en otras asambleas de clubes de fútbol?

Pues mire usted, podría ser, porque existen asambleas en las que no pueden introducirse cámaras ni grabadoras, por lo tanto es imposible saber lo que allí dentro ocurre.

Pongamos ejemplos.

Asamblea General ordinaria del Sevilla F.C. Cámaras, retransmisión en medios propios y ajenos sin cortes de ningún tipo, presentación de cuentas, ruegos y preguntas y para casa.

Asamblea General del betis. Vetado el acceso a las cámaras, policía en el exterior que es reclamada continuamente por parte de los asistentes, entrada de elementos que portan simbología neonazi (de verdad estos tienen acciones?), amenazas de muerte, imposibilidad de preguntar, ridiculización del capital de uno por parte de otro que tiene más,…

Y ahora yo digo:

¿Cuándo dejará el periodismo local de esta ciudad de hacer el ridículo afirmando que Jiménez no está capacitado para entrenar a un Sevilla que tiene colocado como tercer clasificado, y se dedicará a hacer un verdadero trabajo de investigación sobre algo tan simple, como un esperpento de asamblea?

Quede ahí esta reflexión que seguro que nadie sabrá responderme.